Situaciones de estres potencian recaidas en alcohol y drogas
Estar sometidos a constantes situaciones de estrés, que nos provocan ansiedad, puede desencadenar en abuso de drogas y alcohol. Pero además puede conllevar a pacientes que están en rehabilitación a tener una recaída.
Esta es la conclusión de un estudio que realizó un equipo de investigadores del Núcleo Milenio Estrés y Adicción (Neda), albergado en la Pontificia Universidad Católica y perteneciente al Ministerio de Planificación, que estudian cómo la ansiedad afecta al cerebro y cómo esto aumenta la probabilidad de reincidencia.
La investigación, será presentada en el 40º Congreso Anual de Neurociencias que se efectuará desde el 13 al 17 de noviembre en el Convention Center de San Diego, Estados Unidos, el encuentro más importante a nivel mundial donde se reúnen 550 expositores y asisten más de 30 mil científicos de diversos países para presentar y discutir los últimos descubrimientos sobre el cerebro, sistema nervioso y trastornos relacionados.
“Nuestra investigación se centra en entender como las estructuras del cerebro, que están involucradas en las emociones negativas, como el miedo y la ansiedad, se cruzan con las emociones positivas, que son las que nos dan placer. Nos preguntamos qué es lo que hace que las personas, cuando han dejado por muchos años de consumir alcohol o cigarrillos y se someten a una situación emocionalmente fuerte, de estrés, lo primero que piensan es en volver a consumir la droga. Una de las claves está en la relación que se crea entre estas dos estructuras del cerebro”, explica María Inés Forray, doctora en ciencias biomédicas e investigadora del Neda.
El estrés es una respuesta fisiológica del organismo para enfrentar una situación que es percibida como amenazante. La respuesta del organismo al estrés involucra varias regiones del cerebro, entre ellas el lecho de la estría terminal, un área que está involucrada en la integración de la respuesta a estímulos amenazantes y en la expresión de emociones negativas como la ansiedad.
En el estrés el neurotransmisor principal es la secreción a nivel cerebral de una sustancia llamada factor de liberación de corticotrofina (CRF en inglés), popularmente conocida como "la hormona del estrés", responsable del aumento de cortisol, que incrementa la sensación de ansiedad que invade a las personas en estos momentos. La sustancia química del estrés activa el mismo mecanismo cerebral que se trastorna por efecto de las drogas y hace que se deseen, de manera excesiva, los objetos placenteros.
“Cuando uno está sometido a situaciones de estrés por periodos largos, que para muchos es la vida que tenemos a diario, se está más dispuesto a exacerbar estas respuestas. De hecho la gente tiende a consumir drogas y a recaer en el uso de drogas ante eventos de este tipo, como un asalto un choque o cosas que amenazan física o emocionalmente a las personas”, afirma la científica.
Y agrega: “Estas situaciones, que aumentan el estado emocional, son las que hacen sentir la necesidad de consumir la droga, un deseo incontrolable. Por eso el problema de la adicción es cómo hacer que las personas no vuelvan a recaer en esto”.
Implicancias del estudio
Cabe señalar que en Chile un alto porcentaje de la población padece de estrés. Un estudio realizado por la Escuela de Sicología de la Universidad Adolfo Ibáñez reveló que uno de cada cuatro chilenos presenta un alto grado estrés, y que el 27 por ciento de la población ha colapsado ante situaciones difíciles de manejar. Estas cifras son alarmantes si también consideramos que el 10% de la población mundial padece estrés, según la Organización Internacional del Trabajo.
Sin embargo, la doctora Forray señala que “cuando uno está en este estado de tensión tiene que generar mecanismos que ayuden a sanear esta ansiedad como hacer ejercicios, cambiar de actividad que ayuden a quitar la tensión”.
Los científicos del Neda llevan cerca de un año y medio trabajando en resolver los mecanismos celulares o neuronales de cómo se produce esto. “Si entendemos esto mejor podemos encontrar un apoyo de entender como las terapias con siquiatras podrían mejorar, asimismo la administración de fármacos adecuados”, afirma Forray.
Su modelo de investigación consiste en someter a las ratas a un estrés repetido con el objetivo de producir un estado aumentado de la ansiedad y ver su comportamiento.
El estudio es muy importante porque el conocimiento de los mecanismos de comunicación entre las estructuras involucradas en la respuesta a estrés y de las áreas asociadas al consumo de drogas es relevante para entender por qué y cómo el estrés es capaz de producir una recaída al consumo de drogas después de largos periodos de abstinencia. Así mismo, esto sugiere que el estrés también puede ser un blanco farmacológico en terapias contra la adicción.
Fuente: Neurona Group
Fuente:
|