Comienza Conferencia Mundial del Clima en Cancun
Las noticias que surgen del lado de la ciencia son cada vez peores. Si no se logra detener el cambio climático, la temperatura de la Tierra podría subir hasta cuatro grados en los próximos 90 años, lo que significaría que más de mil millones de personas podrían perder sus hogares.
"El mensaje principal es lo cerca que estamos de llegar a un aumento de 4 grados Celsius y lo muy difícil que será lidiar con las consecuencias de ese fenómeno", comentó Mark New, experto en clima de la Universidad de Oxford, en la edición de ayer del diario inglés The Guardian. El periódico adelantó parte del estudio "Four Degrees and Beyond" que New, también integrante del Tyndall Centre, presentará hoy en el primer día de la Cumbre de Cambio Climático en Cancún.
No son buenas nuevas. El informe agrega que tres mil millones de personas dejarán de acceder a fuentes de agua limpia. Y que islas como Tuvalú y Maldivas serán inundadas por el derretimiento de los glaciares y el consecuente aumento de los niveles de los océanos. Además, de mantenerse las actuales emisiones de gases de efecto invernadero, en 50 años se habrá llegado a cuatro grados más, muy por sobre la meta de no elevar en dos grados la temperatura del planeta, como pretendía lograrlo el mundo político mediante el Protocolo de Kioto.
Hoy, ese acuerdo, cuyo primer período termina en 2012, es parte de la discusión que muchos creen no se dará en Cancún.
Ya no se vio en la Cumbre de Copenhague del año pasado, de la que muchos países salieron desilusionados. No sólo porque no llegaron a un nuevo acuerdo jurídicamente vinculante (es decir, que imponga sanciones a los países que no lo cumplan) de reducción de emisiones de CO {-2} . Además, porque Estados Unidos, China, India, Sudáfrica y Brasil firmaron un acuerdo paralelo mucho más "realista", pero más laxo en las metas de descarbonización de sus economías.
Lo que sí podría esperarse es avanzar en aquellos puntos en los que hay acuerdo. Básicamente, en la transferencia de tecnologías ecológicamente sustentables a los países que están en vías de desarrollo, para que puedan alcanzar el progreso emitiendo la menor cantidad posible de CO {-2} .
Un asunto de dinero
Sobre ese punto, ya existe consenso en que los países más ricos y desarrollados deben ayudar a los que están en vías de serlo, aportando el financiamiento necesario, pues el actual problema del planeta se debe a que esos países crecieron contaminando.
China, el principal emisor actual, ha planteado que este compromiso debe generarse en Cancún.
"Estas son las cuestiones que los países en vías de desarrollo observan como más cercanas, en modo de poder crear una base sólida para alcanzar un resultado jurídicamente vinculante en el encuentro del año próximo en Sudáfrica", dijo Xie Zhengua, enviado chino a Cancún.
En Copenhague, al menos, se consensuó un monto: 30 mil millones de dólares de aquí a 2012 y 100 mil millones de dólares al 2020. Lo que debe definirse ahora es cómo se distribuirá ese dinero, si se hará a través de las instituciones vigentes, como el Banco Mundial, o se crearán otras instancias.
Los países de América Latina llegan a esta cumbre en dos posiciones distintas. La liderada por Bolivia, que plantea que se implemente el Acuerdo de los Pueblos, en el que junto a Venezuela, Cuba, Nicaragua y Ecuador exigen a los países potencias metas de reducción y obligaciones financieras que garanticen una protección de la Madre Tierra.
En la otra línea aparecen países como Chile, Costa Rica y Perú en una postura más realista.
La ministra de Medio Ambiente, María Ignacia Benítez, dijo esta semana que "probablemente no se va a lograr ahora un acuerdo global vinculante. Se van a lograr algunos pasos previos, pero se han bajado las expectativas".
Sobre el Protocolo de Kioto, la ministra Benítez dijo que al Gobierno de Chile "le gustaría que hubiera un segundo período del Protocolo de Kioto", y reconoce que "tampoco hay consenso sobre este tema".
Fuente: El Mercurio
Fuente:
|